domingo, 22 de marzo de 2015

NECESITAR VS. MERECER

Hey there belovers!

Esta vez vamos a hablar de una información que nos parece súper importante transmitirles: la diferencia entre necesitar y merecer.

Sucede que la mayoría del tiempo decimos "necesito esto, necesito aquello, necesito unos zapatos nuevos, un asenso en el trabajo, más dinero, un carro último modelo... necesito, necesito, necesito".

Y no está mal, realmente surgen necesidades en el día a día. Pero tan pronto como lo decimos, estamos olvidando que el universo nos escucha y manifiesta nuestras palabras en la realidad de forma literal.

Entonces, si todo es tan literal ¿se han preguntado el significado real de "necesidad"? Según la Real Academia Española [RAE], en uno de sus conceptos establece que es la "carencia de cosas que son menester para la conservación de la vida".

Claro... no todo el tiempo estamos necesitando objetos directamente implicados con la conservación de la vida, pero más allá de esto, en la RAE ya lo establecen como una carencia, la falta de algo, y así es la manera en la cual el universo lo va a manifestar en el plano físico: como la ausencia de ese sustantivo que coloquemos luego de "necesitar".

Ahora bien ¿por qué no mejor hablamos de merecer? Cuando decimos que somos merecedores de algo es porque sabemos que somos dignos de ello, es nuestro por derecho y nos lo hemos ganado.

Empezar a usar este término sustituye todo, cambia todo... mejora todo. Porque estás enviando una señal al universo que indica que lo que mereces debe llegar a ti sí o sí, no hay otras posibilidades porque tú ya lo estás pautando así para ti, lo estás haciendo tuyo y lo que resta del trabajo es manifestarlo a nivel físico, real, y créelo, de eso ya se encargará el universo.

Estas dos palabras corresponden a un nivel vibracional distinto: la necesidad es de una frecuencia energética baja que nos hace pedir por algo. El merecimiento trae consigo una frecuencia energética muy alta que nos hace tener la certeza de que eso ya es nuestro, y cuando hablamos de esto no sólo debes decir que tienes la fe en que llegará tal o cual cosa/persona a tu vida, debes sentirlo, irradiar esa sensación.

No te vuelvas loca/o. El hecho de tener crear con palabras diciendo que mereces y tener la certeza en que llegará no hará todo el trabajo. Siempre lo decimos y lo seguiremos diciendo, también te queda trabajo por hacer: aprovechar las oportunidades que el universo pone en tu camino para que ese cometido se convierta en algo tangible. Si vamos a desear algo también debemos de encargarnos de trabajar por ese algo.

Así que empecemos a cambiar nuestro vocabulario y seamos conscientes de que nos merecemos lo mejor y más grandioso de este mundo para experimentar la vida en los más altos niveles.

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